
El día 3 de diciembre ellos realizaron una marcha pacífica por la dignidad y respeto del trabajador aduanero y tributario de SUNAT. César Castillo manifestó que solicitó el permiso ante el Ministerio del Interior. Él lo recogió y le entrego al oficial a cargo, sin embargo entre las avenidas Paseo Colón y Garcilazo de la Vega los arremetieron dos veces con bombas lacrimógenas y los maltrataron para que no lleguen al local central de la SUNAT.
El periodista Diego Palomino también estuvo en esta marcha y señaló que hubo una gran cantidad de personas. César Castillo indicó que la Alta Dirección de la SUNAT está de espaldas a los tratados de Libre Comercio y el Comercio Exterior.
El sindicato está en desacuerdo con esto ya que han colocado a personal que no está capacitado para estos cargos y por esto se ve perjudicado todos los tratados que el Perú ha asumido. Lamentablemente el gobierno no ha revisado quien está a cargo de estos procesos. Los trabajadores están reclamando que la Alta Dirección ponga a las personas adecuadas para estos cargos.
En el año 2002 cuando fusionaron a la SUNAT con Aduanas salió el decreto 95-2002 que ordenaba la progresiva homologación de sueldos con los amigos de tributos internos. No obstante, solamente la Alta Dirección resultó beneficiada y por eso tuvieron que demandar a la SUNAT en julio del 2006 al Poder Judicial. Llegaron al Tribunal Constitucional y de ahí sacaron una sentencia histórica para los aduaneros.
El tribunal, en una aclaración de sentencia para la SUNAT, les aplicó una resolución de Superintendencia de SUNAT escondida por años y los ha perjudicado enormemente. Ellos están en la etapa de ejecución de sentencia ante el Primer Juzgado Constitucional y luchan por que salga una sentencia a favor de los trabajadores.
En este abuso de la institución los trabajadores de tributos internos SUNAT se han organizado, han formado un sindicato y están trabajando juntos para lograr la reconquista de sus derechos laborales.
Existen dos planillas porque la institución, antes que ingresaran los trabajadores aduaneros a la SUNAT, tenía una diferencia de categorías y hasta ahora no pueden subsanar. Los más perjudicados son los trabajadores porque siguen estas dos planillas, el abuso, la prepotencia y el olvido al trabajador.
Ellos quieren seguir trabajando por el Perú y por los tratados de Libre Comercio, pero por estas políticas de represión y despidos es imposible. Se ha olvidado a los auxiliares, choferes, secretarias, enfermeras, es decir existe una discriminación. No hay una política remunerativa acorde a la realidad.
Ellos piden una igualdad y un respeto a una planilla única que beneficie a todos los trabajadores, por eso parte demandada y parte demandante deben sentarse y buscar una solución.
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